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Una nueva herramienta de investigación muestra como la acción climática determina el riesgo de hambre, para bien o para mal

Una nueva herramienta de investigación muestra como la acción climática determina el riesgo de hambre, para bien o para mal
ROMA/PARÍS – Una potente herramienta de investigación presentada hoy en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP21, ofrece una ventana al futuro del mundo en la década de 2080. La herramienta de investigación examina el modo en el que a lo largo del tiempo el cambio climático puede aumentar la vulnerabilidad al hambre en todo el mundo. Dependiendo del resultado de las negociaciones de París, las generaciones futuras heredarán un mundo con menor vulnerabilidad que el de hoy, o un mundo significativamente más vulnerable a la inseguridad alimentaria.

El mapa de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria y el Cambio Climático, producido por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Centro Hadley de Met Office (el servicio nacional de meteorología del Reino Unido), ilustra cómo los grandes esfuerzos de adaptación y mitigación previenen los peores impactos del cambio climático sobre el hambre en todo el mundo y ayudan a que las personas sean menos vulnerables a la inseguridad alimentaria. Pero también muestra que si no se consigue dicha adaptación y continúan aumentando los gases de efecto invernadero, la vulnerabilidad de millones de personas ante el hambre y la malnutrición se incrementaría.

El PMA pretende acabar con el hambre para 2030, de acuerdo con la Agenda 2030 recientemente adoptada. El mapa de análisis muestra que el cambio climático dificulta esta ambiciosa tarea. Para preservar los beneficios de las inversiones obtenidas durante los próximos 15 años, después de 2030 debemos permanecer atentos mientras se continúa financiando la adaptación.

“Este mapa muestra una dura imagen de cómo los desastres climáticos conducen al hambre. En París debemos decidir entre un mundo futuro en el que acabar con el hambre es posible – u otro en donde nosotros y las generaciones futuras continuaremos perdiendo la batalla al responder al azote del hambre”, afirmó la Directora Ejecutiva del PMA, Ertharin Cousin.

“Ayudar a las poblaciones vulnerables a que se adapten y fortalezcan su resiliencia a las disrupciones relacionadas con el clima requiere identificar financiación suficiente y predecible”, añadió Cousin. “Si nuestros líderes aciertan en París, acabaremos con el hambre para 2030 y proporcionaremos a las generaciones futuras una oportunidad de disfrutar de seguridad alimentaria sostenible y duradera”.

El mapa incorpora cinco años de investigación conjunta entre los expertos de seguridad alimentaria de PMA y científicos de renombre internacional del Centro Hadley de Met Office. Muestra cómo, hoy en día, el cambio climático afecta a la seguridad alimentaria de los países menos desarrollados, y mediante sofisticadas proyecciones, muestra dónde afectará en el futuro dependiendo de la acción climática.

Los usuarios pueden seleccionar un periodo temporal (el presente, la década de 2050 o la década de 2080) y observar la vulnerabilidad al hambre causada por el cambio climático (baja en blanco, alta en rojo oscuro), según los esfuerzos de adaptación y los niveles de emisiones.

“Nuestra investigación conjunta muestra cómo el cambio climático puede afectar la escala y la geografía de la inseguridad alimentaria, y cómo la adaptación y la mitigación pueden abordar los retos de la inseguridad alimentaria del futuro en los países en desarrollo y en los menos desarrollados”, dijo Kirsty Lewis, directora científica de Seguridad Climática en Met Office.

Los desastres climáticos afectan a la población vulnerable y que padece hambre de una manera desproporcionada. Dichos desastres aumentan el hambre ya que destruyen tierras, cultivos y los suministros de alimentos, y hace más difícil que las personas accedan a los mercados y a las redes alimentarias. Incluso un fenómeno meteorológico pequeño puede derivar rápidamente en una crisis alimentaria para los hogares vulnerables.

Hallazgos clave del Índice de Inseguridad Alimentaria y Cambio Climático:
• Actualmente los niveles más altos de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria relacionada con el clima se sitúan en África subsahariana, los niveles intermedios a lo largo de Asia y los más bajos en América Central y Sudamérica.
• En la década de 2050 millones de personas se enfrentarán a mayores niveles de vulnerabilidad a la seguridad alimentaria independientemente de la evolución de las emisiones de gases de efecto invernadero. Ello es debido a la «inercia en el sistema climático» (una respuesta de calentamiento tardía a las emisiones previas), que implica que estaremos expuestos a cierto nivel de cambio climático durante las próximas décadas. Sin embargo, esto también muestra una parte del aumento de la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria se puede compensar con la adaptación.
• Si hay una reducción rápida y prolongada en las emisiones futuras, la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria permanecería estable pasada la década de 2050, hasta la de 2080; y con adaptación, se puede mejorar la situación actual.
• Sin embargo, si hay un aumento considerable en las emisiones futuras, la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria seguirá aumentado a partir de la década de 2050. A pesar de que las medidas de adaptación pueden limitar este deterioro, la situación en la década de 2080 podría ser peor que la de ahora. 

Cómo funciona el Índice
El índice mide cómo es de vulnerable el sistema de seguridad alimentaria de un país ante los impactos negativos del clima. Basándose en valores actuales, usa proyecciones de modelización climática y escenarios de mejoras socioeconómicas para comparar los beneficios de la mitigación y la adaptación en la escala y la geografía de la inseguridad alimentaria. La vulnerabilidad se mide a nivel nacional y se divide en tres componentes: exposición a amenazas relacionadas con el clima, sensibilidad del sistema alimentario a las amenazas relacionadas con el clima, y capacidad o habilidad de adaptación a las amenazas relacionadas con el clima.

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Sobre el Programa Mundial de Alimentos
El PMA es la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, proporcionando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y aumentar la resiliencia. Cada año, el PMA brinda asistencia a unas 80 millones de personas en 80 países.

Sobre el Centro Hadley de Met Office
El Centro Hadley de Met Office lleva a cabo investigaciones pioneras en ciencia climática y orienta a nivel mundial sobre la ciencia del cambio climático. Los científicos de Met Office trabajan con otras organizaciones y sectores para comprender y comunicar los impactos potenciales del cambio climático en el bienestar humano, para informar la toma de decisiones sobre políticas. Met Office (www.metoffice.gov.uk) es el Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido y proporciona excelencia científica meteorológica de fama mundial, previsiones climáticas y ambientales, y alertas de fenómenos meteorológicos graves para la protección de la vida y la propiedad, 24 horas al día, 7 días a la semana.