Un análisis revolucionario sobre la alimentación escolar
El Libro de consulta de la alimentación escolar mundial: lecciones de 14 países se ha creado para responder a la demanda de los gobiernos y de los socios de desarrollo de una guía para diseñar y llevar a cabo grandes programas sostenibles de alimentación escolar a nivel nacional que cumplan los estándares reconocidos.
El Libro de consulta documenta y analiza una serie de programas de comidas escolares liderados por los gobiernos para proporcionar a los dirigentes políticos y profesionales de todo el mundo el conocimiento, las pruebas y las buenas prácticas que necesitan para mejorar sus esfuerzos respecto a la alimentación escolar nacional. Está demostrado que las comidas escolares mejoran la salud y la educación de los niños, a la vez que apoyan la economía local y nacional y la seguridad alimentaria. Por ello, existen programas de alimentación escolar en prácticamente todos los países del mundo de los que hay datos. En estos programas se invierte un total de 75 mil millones de dólares cada año a nivel mundial, que proporcionan a alrededor de 368 millones de niños (1 de cada 5) una comida diaria en la escuela. Sin embargo, demasiado a menudo, dichos programas son más débiles en los países donde más se necesitan.
Con la colaboración de alto nivel de equipos de gobierno de 14 países (Botsuana, Brasil, Cabo Verde, Chile, Cote D’Ivoire, Ecuador, Ghana, India, Kenia, Mali, México, Namibia, Nigeria y Sudáfrica) el Libro de consulta incluye una compilación de estudios de caso amplios y concisos de estos países. Destaca las decisiones asociadas a modelos de alimentación escolar alternativos y analiza los temas, las tendencias y los retos más comunes.
En el prólogo conjunto, el presidente del Grupo del Banco Mundial, el Dr. Jim Yong Kim y la directora ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos, Ertharin Cousin declaran que la investigación muestra cómo los programas de comidas escolares ayudan a que los niños vayan a clase y permanezcan en ellas, «contribuyen a su aprendizaje evitando el hambre y mejorando sus habilidades cognitivas».
«Hoy en día, los programas nacionales de alimentación escolar están cada vez más incluidos en las políticas nacionales de erradicación de la pobreza, protección social, educación y nutrición», añadieron.
La editora principal y directora ejecutiva de PCD, la Dra. Lesley Drake, expresó que, «El mensaje general de esta investigación es que no hay una "talla única" para la alimentación escolar y que hay muchos caminos hacia el éxito. El contexto es esencial. Este libro de consulta actuará como una herramienta muy valiosa para los gobiernos que les permitirá tomar decisiones basadas en las pruebas, mejorando la efectividad de sus programas de alimentación escolar».
El Libro de consulta, junto a Replanteamiento de la alimentación escolar (WB, 2009) y El estado de la alimentación escolar a nivel mundial (WFP, 2013) forma parte de una trilogía realizada por la alianza global del Banco Mundial, WFP y PCD. Estos análisis han definido la manera en la que los gobiernos y los donantes abordan la alimentación escolar.
“Ayudar a los países a aplicar este conocimiento [en el Libro de consulta] para mejorar los programas de alimentación escolar contribuirá a reducir la vulnerabilidad de los más pobres, dando la oportunidad a todos los niños de recibir una educación y tener un futuro brillante y eliminando la pobreza", sostienen Kim y Cousin.
El Libro de consulta se puede descargar de manera gratuita en www.hgsf-global.org, www.wfp.org y el Repositorio Abierto de Conocimiento del Banco Mundial
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Si desea más información por favor contacte con:
Francis Peel, PCD, Imperial College London, +44 (0)207 594 3292, f.peel@imperial.ac.uk
Frances Kennedy, Programa Mundial de Alimentos, +39 066513 3725 frances.kennedy@wfp.org
Lucía Fernández, Programa Mundial de Alimentos/Madrid, Tel +34 672 068 169, lucia.fernandez@wfp.org
Patricia da Camara, Banco Mundial, +1 (202) 473-4019, pdacamara@worldbankgroup.org
Notas para los editores:
La Alianza para el Desarrollo Infantil (PCD) es un consorcio mundial de organizaciones de la sociedad civil, instituciones académicas y expertos técnicos, con sede en la Escuela de Salud Pública del Imperial College de Londres. Presente en 50 países, ha estado al frente de la armonización de los esfuerzos de diversos sectores para permitir que los países con bajos ingresos lleven a cabo programas de salud y alimentación escolar efectivos, amplios y sostenibles. www.imperial.ac.uk/PCD Síganos en Twitter @HGSFGlobal
El Programa Mundial de Alimentos (WFP) es la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, proporcionando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y aumentar la resiliencia. Cada año, WFP brinda asistencia a unos 80 millones de personas en 80 países.
Visite: www.wfp.org/es http://www.facebook.com/ProgramaMundialdeAlimentos http://twitter.com/wfp_es
El mandato del Grupo del Banco Mundial (GBM) es luchar contra la pobreza y mejorar los niveles de vida de las personas que viven en los países en vías de desarrollo. El Banco es el mayor financiero externo de educación en los países en vías de desarrollo, desde la educación infantil y primaria hasta la educación superior. Desde el año 2000, el Banco ha invertido 42 mil millones de dólares en educación. www.worldbank.org/education Síganos en Twitter @WBG_Education
Principales hallazgos del Libro de Consulta
El análisis examina los 14 programas nacionales en relación a Cinco Estándares de Calidad, identificadas en Replanteamiento de la alimentación escolar (WB, 2009), que deben cumplir los programas de alimentación escolar para ser sostenibles y eficaces. Estas normas incluyen: diseño y puesta en marcha; marco normativo y legal; disposiciones institucionales; fondos y presupuesto; y participación de la comunidad.
Diseño y puesta en marcha
La alimentación escolar se diseña normalmente como una medida de protección social para las comunidades pobres y vulnerables, donde el beneficio más importante es la mejora de la educación mediante el aumento de la matriculación, la reducción del absentismo y la mejora de la igualdad de género. Por ejemplo, la matriculación en escuelas primarias del Estado de Osun en Nigeria ha aumentado un 28 por ciento desde que se introdujeron las comidas escolares gratuitas. Cada vez más, los responsables políticos ven la alimentación escolar como un medio para abordar los problemas de salud y nutrición, ya sea el retraso en el crecimiento o la anemia causada por la desnutrición o la obesidad causada por la sobrenutrición. En Ghana, el gobierno usa una agenda digital de comidas escolares para desarrollar comidas escolares equilibradas nutricionalmente usando ingredientes locales.
Otra tendencia que se puede observar en estos países es conectar la alimentación escolar con la producción y la venta de alimentos local, esto se conoce como Alimentación Escolar de Producción Local. Esto beneficia a la vez a las economías rurales y a los niños en edad escolar, ya que los niños reciben alimentos frescos y nutritivos y los agricultores pueden vender sus productos en un nuevo mercado. En Brasil por ejemplo, por ley el 30% de los alimentos usados en las comidas escolares se adquiere en pequeñas granjas familiares.
Marco normativo y legal
Los programas eficaces necesitan tener un marco normativo y legal bien articulado. Todos los países del estudio han incluido la alimentación escolar en sus marcos normativos. Esto se ha conseguido por medio de diferentes tipos de medidas legislativas y ejecutivas según el contexto nacional.
Disposiciones institucionales
No hay un único diseño institucional, pero los factores clave para el éxito incluyen: coordinar a los participantes de varios sectores, asegurar que el gobierno tiene capacidad suficiente a nivel nacional y local, y crear mecanismos para asegurar la calidad y la fiabilidad de los programas de alimentación escolar. El aspecto intersectorial de la alimentación escolar se refleja en Kenia, donde sus programas son coordinados por el Ministerio de Educación y el Ministerio de Agricultura.
Fondos y presupuesto
Los costes de la alimentación escolar suelen representar una pequeña fracción de los gastos en educación (10-15 por ciento, normalmente), la mayor parte de los recursos se emplean en comprar los alimentos. Identificar fuentes de financiación sostenibles y protegidas sigue siendo el mayor reto para muchos países con bajos ingresos. Los análisis muestran que hay una fuerte voluntad política de seguir financiando la alimentación escolar ya que es una intervención popular entre el público, pero no toda la financiación es pública, y los socios del sector privado son una fuente creciente de apoyo financiero. En Cabo Verde, las escuelas pueden asociarse con negocios locales, como hoteles, para obtener fondos que pueden ser usados en las cocinas.
Participación de la comunidad
Los programas más fuertes y sostenibles son aquellos que responden a las necesidades de las comunidades, se gestionan localmente e incorporan alguna forma de contribución paterna o comunitaria. En Namibia, muchas comunidades deben proporcionar combustible, utensilios de cocina o despensas. Uno de los beneficios indirectos de la alimentación escolar son las oportunidades laborales. Por ejemplo, en Chile, las madres con bajos ingresos reciben formación en hostelería. La alimentación escolar también tiene como consecuencia el aumento de ingresos y formación para los pequeños agricultores; así como actividades complementarias de salud escolar, como en México y Brasil, donde los padres aprenden sobre la importancia de las dietas equilibradas nutricionalmente.