Sirios atrapados en la frontera con Jordania reciben asistencia vital mediante grúas
Se trata de la primera entrega de asistencia humanitaria desde que la frontera se selló en junio e incluye comida proporcionada por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP en sus siglas en inglés), pan de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y kits the higiene de UNICEF. Estos suministros se elevaron desde el lado jordano de la frontera y se depositaron en las zonas de acampada de los desplazados en el desierto sirio utilizando grúas de 70 metros.
Más de 75.000 personas que huyen del conflicto en Siria se concentran en un espacio abierto entre los dos países conocido como “el descampado”.
“La mayoría son mujeres, niños y ancianos – muchos de ellos enfermos o heridos – que no tienen acceso a alimentos o medicinas. Están viviendo en tiendas, soportando temperaturas de más de 50 grados centígrados”, explicó Mageed Yahia, Representante y Director de WFP en Jordania. “Esta operación nada convencional se diseñó para proporcionarles al menos un apoyo temporal”.
Jordania selló el área tras sufrir un ataque contra personal militar en junio. Antes del cierre de la frontera, las agencias de la ONU y otras organizaciones humanitarias proporcionaban suministros desde el lado jordano a la población atrapada en esa tierra de nadie.
Las 650 toneladas de ayuda se entregaron en dos ubicaciones, Rukban y Hadalat, a lo largo de tres días.
“Estamos muy agradecidos por el apoyo del gobierno jordano y las Fuerzas Armadas jordanas – Ejército Árabe para hacer esto posible”, añadió Yahia. “Se trata de una distribución puntual pero estamos trabajando para lograr una solución a más largo plazo ante las necesidades de las decenas de miles de personas en la zona”.
Es la primera vez que WFP utiliza grúas para entregar material de ayuda. Se proporcionó formación a los líderes comunitarios y tribales para organizar y llevar a cabo las distribuciones. La operación se monitoreó desde el aire utilizando drones para asegurar que transcurría de forma ordenada”.
La operación del descampado ha sido posible con una contribución del Reino de los Países Bajos, que financió la mitad de los alimentos entregados con grúa.
Antes de la suspensión de las actividades humanitarias en la zona y desde marzo de este año, WFP entregaba de forma regular paquetes de alimentos gracias a contribuciones del departamento de ayuda humanitaria de la Unión Europea (ECHO), Alemania y la República de Corea.
El éxito de la operación es resultado de los esfuerzos conjuntos de la ONU liderados por el Programa Mundial de Alimentos y el apoyo de la Oficina del Coordinador Residente y Coordinador Humanitario de la ONU y la Embajada de los Estados Unidos en Ammán.
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