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Sangre, diamantes y hambre

Kadiatu pasó una noche de agonía junto a su pequeño hijo de siete meses, quien yacía muerto a su lado, un muerto entre los muertos asesinados por los rebeldes.

FREETOWN, Sierra Leona (8 de diciembre de 2006).

-Durante toda la guerra civil de Sierra Leona, el PMA ayudó a alimentar a las víctimas y ahora está contribuyendo a la recuperación del país. Hilary Heuler examina las operaciones que está llevando a cabo el PMA en este país del África occidental.

Atestada de imágenes de las extremidades amputadas y de los niños portando fusiles AK-47, la guerra civil decenal de Sierra Leona es una que ha asombrado al mundo por su absoluta brutalidad y violencia indiscriminada.

Puede que aún sea difícil comprender que semejante maldad fue posible gracias al intercambio de armas por diamantes, esos mismos diamantes que nosotros, los occidentales, llevamos en nuestros dedos.

Una de las primeras prioridades de los rebeldes fue capturar las minas de diamantes del país para poder intercambiar las gemas por las armas.

Amputaciones

Luego, los rebeldes se dedicaron a aterrorizar a la gente, a personas como Kadiatu, cuyas piernas le fueron cercenadas.

Kadiatu pasó una noche de agonía junto a su pequeño hijo de siete meses, quien yacía muerto a su lado, un muerto entre los muertos asesinados por los rebeldes.

Tras una estadía en el hospital, en donde le amputaron las piernas aún más arriba por peligro de gangrena, Kadiatu fue trasladada al Campamento de Asentamiento de Grafton, en donde recibe raciones de harina de mijo, leguminosas, aceite vegetal y sal.

Durante los años 90, las agencias de asistencia como el PMA lucharon por asistir a los millones de civiles inocentes que se encontraron atrapados en medio del fuego cruzado, para ofrecerles una oportunidad de sobrevivir.

Apoyando la paz

Ahora que al fin ha terminado la guerra, el PMA sigue trabajando para brindar el apoyo que se requiere para que el devastado país pueda volver a ser auto-suficiente y se logre una paz duradera.

Se estima que entre 1991 y 2000, unos 1.5 millones de sierra leoneses fueron obligados a escapar de sus hogares a medida que las fuerzas rebeldes avanzaban, destrozando los campos, quemando caseríos, matando a civiles y destruyendo la capacidad de los sobrevivientes de seguir con vida. El personal del PMA a menudo arriesgó sus vidas para ayudar. Atacar frecuentemente a los trabajadores humanitarios fue parte de la creciente cultura de violencia de la cual nadie estuvo realmente protegido.

Los refugiados

Unos 1.5 millones de sierra leoneses huyeron de sus hogares por la violencia desatada en su contra

Durante la primera mitad de la guerra, el PMA se centró sencillamente en dar de comer a quienes más lo necesitaban, puesto que el crecimiento constante de la población de refugiados significó que más y más personas estaban alejadas de sus campos de cultivo y luchaban por alimentarse.

Se distribuyeron alimentos gratuitos a los refugiados y a las personas desplazadas internamente que vivían en los campamentos día a día, así como alimentación terapéutica y suplementaria para ayudar a salvar las vidas de quienes habían caído en estado de malnutrición severa debido a la hambruna prolongada.

A medida que se estabilizó la situación humanitaria, el PMA pudo entonces concentrarse en desplegar estrategias de recuperación para Sierra Leona y el resto de la región devastada por la guerra.

Las mayores operaciones del PMA

Para 2003, las operaciones del PMA en Sierra Leona, Liberia y Guinea eran las más grandes y prolongadas operaciones en África occidental, suministrando asistencia alimentaria y de desarrollo a 750 mil personas.

Desde entonces, las personas han estado regresando a sus hogares y paulatinamente se desfasa el apoyo de emergencia a los refugiados y desplazados. Hoy, los esfuerzos de recuperación en Sierra Leona se concentran en crear "redes de seguridad" para la traumatizada población que intenta levantarse nuevamente.

Cosechas y educación

A medida que los agricultores vuelven a cosechar sus sembradíos, el PMA opera programas de alimentación escolar en las escuelas primarias como una forma de colaborar con el establecimiento de una fundación sólida para el desarrollo sostenible de la educación. En aquellas áreas en donde la agricultura aún no basta para alimentar a toda la población, el PMA facilita actividades de alimentos-por-trabajo y alimentos-por-entrenamiento para ayudar a las personas mientras reconstruyen la infraestructura y la capacidad agrícola de su país.

Y para las madres lactantes y los niños y niñas menores de 5 años, que son a menudo quienes más sufren por un suministro irregular de alimentos, el PMA continúa ofreciendo el apoyo nutricional y la alimentación suplementaria necesarios para garantizar la salud de la próxima generación.

Los fondos para 2007

Se ha puesto ya la primera piedra para la rehabilitación de la región. El proyecto de recuperación del PMA en Sierra Leona, Liberia y Guinea enfrenta un déficit de US$37 millones, fondos éstos que deben obtenerse para permitir que continúen estos esfuerzos durante 2007.

Tras años de sufrimientos inimaginables, los sierra leoneses anhelan dejar atrás el pasado y reconstruir sus vidas. El PMA y sus socios confían en poder estar en condiciones de ayudarles a lograrlo.