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Panamá: Nuevos planes nacionales apuntan a combatir la desnutrición y el "hambre oculta" en la niñez

CIUDAD DE PANAMA.

(25 de marzo de 2008) -El Gobierno de Panamá presentó hoy el Plan Nacional de Combate a la Desnutrición Infantil (2008-2015), liderado por las autoridades nacionales y apoyado por el PMA y otras agencias de las Naciones Unidas –en particular la OPS-INCAP, la UNICEF y la FAO.

Este plan, que fue impulsado por la "Iniciativa Regional Hacia la Erradicación de la Desnutrición Infantil en América Latina y el Caribe", que pretende apoyar al Gobierno panameño para acelerar la tendencia de reducción de la desnutrición crónica en Panamá. La iniciativa regional es promovida por el Programa Mundial de Alimentos (PMA) junto al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Sistema de las Naciones Unidas, y ha recibido desde el 2005 el respaldo político al más alto nivel en distintos foros y cumbres regionales.

Estamos complacidos que el Gobierno de Panamá haya tomado como prioridad este tema tan importante para el futuro de Panamá y su niñez, dijo Górdana Jerger, Representante del PMA en Panamá. "El cerebro humano se forma en los primeros 18 meses de vida en un 80%. Sin una nutrición adecuada en esta etapa crítica de su crecimiento, un niño tendrá problemas de aprendizaje, problemas motores, psicológicos y cognitivos con consecuencias que arrastrará toda su vida adulta", añadió.

El cerebro humano se forma en los primeros 18 meses de vida en un 80%. Górdana Jerger, Directora Regional Adjunta del PMA

Según el estudio CEPAL-PMA "El Costo del Hambre: Impacto Social y Económico de la Desnutrición Infantil en Centroamérica y República Dominicana" de octubre de 2007, la desnutrición infantil costó a Panamá en el 2004 la suma de 322 millones de dólares o el 2.3% del Producto Interno Bruto (PIB) para ese año. Según este estudio: "La mayor parte de estos costos se producen por la pérdida de productividad que ha generado la desnutrición a la que han estado expuestos durante su infancia quienes hoy forman parte de la población en edad de trabajar (15-64 años)".

A su vez, este mismo día el Gobierno de Panamá está lanzando el Plan Nacional para la Prevención y Control de la Deficiencia de Micronutrientes, que es un esfuerzo multisectorial enfocado en niños menores de 3 años, mujeres embarazadas y lactantes que viven principalmente en zonas rurales e indígenas. El plan se propone prevenir y controlar las carencias de hierro, vitamina A, yodo y cinc con el fin de eliminar para el 2015 estas deficiencias (conocida también como "hambre oculta").

El plan es producto del liderazgo del Ministerio de Salud y la Comisión Nacional de Micronutrientes, y tiene el apoyo técnico del PMA, del Instituto de Nutrición para Centroamérica y Panamá (INCAP) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).



El hambre oculta puede controlarse

Jerger aseguró que hay pruebas en Panamá de que el "hambre oculta" puede controlarse.

"La deficiencia de yodo ha sido controlada gracias a que la sal yodada es consumida por más del 95% de los hogares panameños", indicó la funcionaria del PMA.

Agregó que aún cuando la desnutrición y la pobreza están fuertemente relacionadas, las políticas tradicionales de alivio a la pobreza no garantizan, por sí solas, una solución a corto plazo para la desnutrición. Por ejemplo, mientras Panamá ha tenido un avance superior al esperado en la disminución de la pobreza total, el nivel de desnutrición crónica en los menores de 5 años ha aumentado. Igualmente felicitó al Gobierno panameño por tomar pasos concretos en la eliminación del flagelo del hambre y ayudar a la población más pobre del país a salirse del círculo vicioso de la pobreza.

No obstante, la anemia –producto de la deficiencia de hierro—es considerada el problema de salud pública más serio en Panamá porque afecta a un 52.5% de los niños entre los 12 y 23 meses de edad. Además de ser una de las mayores causas de muerte materna en Panamá, la anemia reduce irreversiblemente el desarrollo infantil porque incapacita física y mentalmente al niño.

Aunque la vitamina A no es un problema nacional, sí lo es para las comarcas indígenas, en donde afecta a un 23% de los niños. Además de causar ceguera nocturna, la deficiencia de vitamina A aumenta el riesgo de muerte infantil y materna hasta en un 30%.

El "hambre oculta" afecta principalmente a los grupos vulnerables por su condición biológica (niños y niñas menores de 3 años), étnica (indígenas) y geográfica (áreas rurales).

Entre las estrategias creadas por los planes nacionales que se lanzan el día de hoy se encuentran el incremento de cobertura de atención primaria de salud a través de giras del equipo de salud, consejería nutricional a madres y personal de salud sobre la importancia de la lactancia materna y prácticas de alimentación complementaria, la fortificación de alimentos de consumo masivo y de alimentos complementarios, la biofortificación, y la diversificación de la dieta, todas acompañadas por actividades de comunicación y educación.