Mientras tormentas devastadoras azotan Asia y el Caribe, los compromisos climáticos de la COP29 deben convertirse en acción

"Las inundaciones, las tormentas feroces y las olas de calor récord están empujando a millones al hambre. Para las comunidades en la primera línea de la crisis climática, cada tormenta profundiza sus dificultades; este ciclo debe detenerse", dijo Rania Dagash-Kamara, Directora Adjunta de Alianzas e Innovación de WFP. "En WFP, estamos impulsando soluciones climáticas decisivas en contextos frágiles, pero necesitamos que los gobiernos y socios prioricen este problema urgente".

En las últimas semanas, potentes tormentas consecutivas han afectado a millones de personas y dejado a las comunidades en condiciones de desesperación. En el Caribe, Cuba fue golpeada por dos huracanes mayores; una tormenta tropical azotó la costa de América Central, y lluvias intensas desataron inundaciones y deslizamientos de tierra en Colombia y varios pequeños estados insulares. Las tormentas destruyeron hogares y cultivos, y dejaron a Cuba en un apagón nacional durante varios días.

WFP logró preposicionar alimentos antes de las tormentas y, en coordinación con los gobiernos, planea llegar a 525,000 personas. En toda la región, el WFP también está ampliando soluciones climáticas, incluyendo sistemas de alerta temprana, acciones anticipatorias y seguros para proteger a las comunidades con inseguridad alimentaria. Durante esta temporada de huracanes, WFP apoyó los esfuerzos de preparación en las naciones del Caribe y garantizó que los pagos de seguros climáticos activados por el huracán de categoría 5 Beryl en julio se destinen a subsidios sociales para ayudar a los más vulnerables a recuperarse.

En Filipinas, un número sin precedentes de 6 tifones golpeó en un solo mes, afectando a casi 10 millones de personas en todas las regiones, excepto una, y desplazando a más de 1.1 millones. Es la primera vez desde que se tienen registros, en 1951, que seis tifones azotan al país en un período tan corto. Dos de estas tormentas fueron categorizadas como súper tifones, causando más de 308 millones de dólares en daños a infraestructura, vivienda y agricultura.

WFP está apoyando la respuesta de emergencia del gobierno filipino mediante el transporte de paquetes alimentarios para 840,000 personas. Además, WFP está proporcionando asistencia en efectivo a más de 72,000 personas y conectividad de datos a través de comunicaciones satelitales para los socorristas y más de 500 personas desplazadas. El año pasado, el WFP lanzó el Programa de Excelencia en Preparación y Respuesta en Filipinas para fortalecer las capacidades gubernamentales mediante la digitalización, el desarrollo de políticas y el fortalecimiento climático de los centros operativos.

En todo el mundo, las temperaturas en aumento, las sequías frecuentes, las inundaciones recurrentes y los patrones climáticos erráticos están destruyendo vidas y medios de subsistencia a un ritmo implacable, dificultando que las familias cultiven alimentos y se reconstruyan tras los desastres. Solo en 2023, los extremos climáticos llevaron a 72 millones de personas a niveles de hambre de crisis o emergencia, marcando un aumento del 26 por ciento en comparación con el año anterior.

En 2023, WFP apoyó a casi 18 millones de personas antes y después de los choques climáticos, haciendo énfasis en soluciones a largo plazo. Este apoyo incluyó transferencias de efectivo anticipatorias, información de alerta temprana, seguros contra riesgos climáticos y soluciones climáticas integradas, que combinan agricultura climáticamente inteligente, reducción de riesgos de desastres, desarrollo de cadenas de valor y formación profesional.

Sin embargo, es crucial ampliar estos esfuerzos. En la COP29, el WFP se centró en impulsar una acción climática acelerada y asegurar financiamiento para las regiones afectadas por conflictos, donde las comunidades son más vulnerables y menos capaces de adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático.

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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas es la organización humanitaria más grande del mundo, que salva vidas en emergencias y da asistencia alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad de poblaciones que se están recuperando de conflictos y desastres ocasionado por los efectos del cambio climático.

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