La Directora del PMA advierte de una creciente crisis alimentaria en Yemen
El conflicto agrava la situación de la seguridad alimentaria, ya de por sí extremadamente frágil en el país. El PMA estima que el número de personas que viven en situación de inseguridad alimentaria en Yemen está cerca de los 13 millones y, entre ellos, 6 millones se encuentran en una situación de inseguridad alimentaria extrema y necesitan con urgencia ayuda exterior. Esta cifra representa una de cada cinco personas en el país.
«Ahora mismo, el conflicto se traduce en falta de alimentos básicos, de acceso a agua limpia y escasez de combustible; esta situación crea la combinación fatal para una tormenta perfecta que afectará a los más vulnerables en Yemen», declaró Ertharin Cousin, Directora Ejecutiva del PMA.
«Las alteraciones en el sector de la alimentación comercial provocan reducciones significativas en las importaciones, que causan una inflación en los precios de mercado de la comida y de otros productos básicos. En consecuencia, estamos empezando a ver el doble efecto del conflicto ya que incluso las personas que antes podían permitirse cubrir sus necesidades alimentarias son hoy incapaces de comprar comida».
Durante su visita de tres días, Cousin viajó a Saná, Amran y Adén. Se reunió con familias desplazadas que se refugiaban en escuelas, con madres y sus hijos desnutridos en centros de salud y hospitales, así como con familias en centros de distribución de alimentos. También mantuvo reuniones con las autoridades a ambos lados de las líneas de combate, trabajadores del PMA, agencias hermanas de las Naciones Unidas y ONG socias.
Más de 1,2 millones de niños sufren malnutrición aguda moderada y alrededor de medio millón de niños la padece en un grado severo. «El daño a la próxima generación de yemeníes podría ser irreversible si no proporcionamos rápidamente a los niños la alimentación adecuada en el momento preciso. Debemos actuar antes de que sea demasiado tarde», urgió Cousin.
Los combates recientes cerca de los grandes puertos detendrán los suministros comerciales y humanitarios que llegan al país, en su mayoría comida y combustible. La escasez de combustible no afecta solo al sistema de distribución de alimentos y al sector privado, sino que tiene también un efecto devastador en el acceso a agua limpia, sanidad, electricidad y otros servicios básicos.
El PMA ha entregado ya alimentos a 3,5 millones de personas desde que comenzó el conflicto, pero los combates hacen que las entregas sean difíciles y peligrosas. Muchas redes de carreteras en las áreas más afectadas siguen sin estar operativas, lo que convierte en inaccesibles algunas comunidades en las áreas de conflicto.
Un reciente análisis de la vulnerabilidad llevado a cabo por el PMA utilizando teléfonos móviles para llegar a algunos de los hogares que se encuentran en áreas inaccesibles para los equipos en el terreno refleja que el deterioro de la situación de seguridad alimentaria está afectando en particular a las familias desplazadas internamente. Muchas familias se están manteniendo a base de pan, arroz y té. Los temas más comunes mencionados por las personas entrevistadas para el análisis son los «altos precios de la comida», la «escasez», la «falta de agua» y una situación «que se deteriora».
El análisis muestra que actualmente en las provincias afectadas por el conflicto prevalecen condiciones de seguridad alimentaria de emergencia. Esta fase está solo un nivel por debajo del nivel de hambruna. La inseguridad alimentaria es más grave para los desplazados internos del país, 1,3 millones de personas.
La escasez de agua potable también es un problema crítico. El precio del agua en Saná se ha triplicado desde que comenzó el conflicto porque los sistemas de bombeo se han visto afectados por la escasez de combustible. El agua es extremadamente importante para que las familias puedan preparar la comida y tiene un gran impacto en el ganado, muy importante como medio de subsistencia en el país.
La operación de emergencia que comenzará en septiembre está estimada en 320 millones de dólares durante seis meses. El PMA solicita a la comunidad global que reconozca la urgencia de la crisis de Yemen y, en especial, que aquellos que se han comprometido a colaborar hagan efectivo su apoyo. El PMA da las gracias a los donantes que han contribuido económicamente o han comprometido apoyo para la respuesta en Yemen, entre ellos Alemania, Estados Unidos, el Reino Unido, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí.
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Vea imágenes de vídeo de Adén y Saná aquí:
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El PMA es la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, proporcionando alimentos en las emergencias y trabajando con las comunidades para aumentar la resiliencia. Cada año, el PMA brinda asistencia a unas 80 millones de personas en 80 países.
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