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La crisis financiera agudiza el hambre en los hogares

ROMA.

(11 de junio de 2009) –El Programa Mundial de Alimentos presentó hoy los resultados de un innovador estudio realizado en cinco países sobre los efectos que la crisis financiera está teniendo en las familias, de las cuales muchas ya se encontraban pasando hambre.

Coincidiendo con la reunión de ministros de desarrollo que se encontrarán mañana en Roma en preparación a la Cumbre del G8, la Directora Ejecutiva del PMA, Josette Sheeran, solicitó a los gobiernos fortalecer los programas de redes de protección social en este momento crítico, ya que la crisis económica está golpeando con más fuerza a los hogares pobres.

"Nos alarmó que en cada uno de los cinco países estudiados se prevé un incremento de más hambre y lucha que en decenas de países en vía de desarrollo. Esto demuestra que para las personas que viven con menos de 2 dólares al día, la crisis financiera está incrementando el hambre y que lo peor está por venir", dijo Sheeran.

Los estudios se centraron principalmente en Armenia, Bangladesh, Ghana, Nicaragua y Zambia con la intención de que sean casos representativos de situaciones similares que están enfrentando otros países. Expertos del PMA en seguridad alimentaria informaron que la mayoría de los hogares hacen frente a la crisis reduciendo el número de comidas al día o sirviendo alimentos más baratos, pero menos nutritivos. Algunas familias están gastando menos en salud o retiran a sus hijos de la escuela.

El PMA diseñó un Índice de Impacto Económico y Hambre (ESHI, por sus siglas en ingles), el cual utiliza variables económicas e indicadores de seguridad alimentaria para determinar qué países serán los más perjudicados por la crisis financiera. Se analizaron 126 países donde se elaboró una "lista de vigilancia" de países donde factores como las remesas de los trabajadores, las exportaciones, la deuda o fluctuaciones en el cambio de moneda podría limitar la capacidad de las personas en traer alimentos a la mesa, es decir que basándose en el ESHI, el PMA inició los cinco estudios.

Las comunidades aun continúan tambaleándose por los aumentos en los precios de los alimentos el cual alcanzó su punto máximo en 2008, dijo Sheeran, y la actual crisis amenaza con socavar los progresos ya realizados en la lucha para erradicar el hambre. Muchos trabajadores en el extranjero ya no pueden enviar dinero a casa para alimentar a sus familias debido a la recesión económica y a la continua alza en los precios.

"El riesgo de que la situación de hambre crónica se agrave es real, lo que dará marcha atrás en todo lo que tanto ha costado lograr en años recientes", dijo Sheeran.

Los estudios demostraron que los grupos más afectados por la crisis financiera son los trabajadores no cualificados en zonas urbanas, las familias que dependen de las remesas desde el extranjero, los trabajadores despedidos de los sectores exportadores y los que trabajan en la minería y el turismo. Los más afectados no son necesariamente los más pobres entre los pobres, sino un grupo nuevo de personas que están cayendo en la pobreza.

Las recomendaciones incluyen:

  • Abogar más fuertemente para que los gobiernos busquen salvaguardar sus presupuestos para los programas de redes de protección social.
  • Apoyar a los gobiernos para mejorar sus programas nacionales de redes de protección social incluyendo proyectos de obras públicas, como también intervenciones relacionadas con alimentos y la nutrición, particularmente aquellas dirigidas a los niños y las mujeres, como los programas de alimentación escolar.
  • Fortalecer los monitoreos flexibles para darle seguimiento a los cambios en situaciones de seguridad alimentaria.



La Directora Ejecutiva señaló que el costo de mitigar el hambre en el mundo era relativamente barato a comparación con el billón de dólares destinado a salvar las instituciones financieras y la industria automotriz. En el 2009, el PMA necesita USD 6.4 mil millones de dólares para satisfacer las urgentes necesidades de hambruna en al menos 105 millones de personas.

Los cinco estudios de caso

  • En Armenia, un país cuya economía depende particularmente de las remesas de los trabajadores, el impacto de la crisis se sintió de inmediato. El estudio resalta la difícil situación de los que en Armenia se han convertido en “los nuevos pobres”. Muchos trabajadores se desplazan al extranjero para trabajar en la construcción en lugares como Rusia y Europa. Las remesas, que representan el 20 por ciento del PIB del país y son la principal fuente de ingresos para alrededor de una cuarta parte de todos los hogares, cayeron en un tercio el primer trimestre del 2009 en comparación con el año pasado. El PMA está preocupado por el riesgo de escasez que se prevé particularmente en el invierno que está por venir, donde muchos hogares ya están adquiriendo alimentos a crédito, con el riesgo de entrar en la trampa de la deuda.
  • Nicaragua es otro caso de fuerte dependencia a las remesas enviadas por los trabajadores, y demuestra ser un país particularmente vulnerable a los efectos de la desaceleración de la economía de los EE.UU. La economía nicaragüense ya demostraba un maltrato debido a las secuelas de las pasadas inundaciones y el huracán Félix. La inflación de los precios de los alimentos llego a un máximo de 34 por ciento en agosto del 2008, y los patrones de consumo de alimentos están cambiando, donde se ha reducido en el consumo de carnes y productos lácteos. Las familias intentan obtener dinero mediante la venta de ganado, reduciendo gastos en materia de salud y educación, y en algunos casos retirando sus niños de la escuela. Es probable que la crisis mundial afecte valiosas exportaciones al mercado de los EE.UU como lo son el café y los mariscos, así como prendas de vestir.
  • En Zambia, los precios de los alimentos sonextremadamente altos, donde el costo de los alimentos básicos se encuentran dos tercios más altos que en el mismo periodo del año anterior. Muchas familias han tenido que recurrir a una reducción en el número de comidas al día, comiendo más barato con menos contenido nutricional. Al igual que en muchos países, la tasa de cambio de divisas y las exportaciones se han visto seriamente afectadas. La moneda local perdió un tercio de su valor frente al dólar americano entre marzo del 2008 y el 2009, y a su vez el precio del cobre, el principal producto de exportación, ha caído drásticamente. Ha habido un estimado de 8,000 desempleados en la relativamente próspera provincia de Copperbelt, donde la minería da empleos a al menos 30,000 trabajadores. Muchos mineros dependen de sus empleadores para comer y para recibir atención de salud como medicamentos contra el VIH. El turismo también se encuentra afectado, y el robo y la prostitución van en aumento.
  • Bangladesh es uno de los cinco principalespaíses beneficiarios de las remesas, y es también un país que ha logrado un importante progreso hacia el logro de algunos de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Sin embargo, en los últimos meses, miles de trabajadores de Bangladesh se han visto obligados a regresar a sus hogares. En el primer trimestre del 2009, la migración se redujo en un 40 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior. Los pedidos de exportación de prendas de vestir también se han reducido, al igual que las valiosas exportaciones de pescado. Es un país que todavía se enfrenta a retos: un estudio realizado por el PMA, el UNICEF y el Gobierno de Bangladesh a finales del 2008 encontró que uno de cada cuatro ciudadanos de Bangladesh no tiene acceso a alimentos. La desnutrición grave y crónica asciende actualmente a un 20 por ciento.



Uno de los mayores temores para el PMA es que la recesión mundial dé marcha atrás en muchos de los avances logrados en años recientes en la erradicación del hambre. Ghana fue elegida como un caso de estudio, ya que es un país que representa un importante progreso en la reducción de la pobreza y donde su sistema de protección social proporciona una red de seguridad. Aunque hasta el momento la demanda de sus dos principales productos de exportación, el oro y el cacao, se han mantenido estables, el flujo de capitales, las remesas y las exportaciones de madera y piña han caído. Los precios de los alimentos son altos. El estudio evidencia una disminución de la calidad y cantidad de alimentos consumidos. En las zonas más propensas al hambre como lo es la sabana, las mujeres que recogen karité (una nuez que se cosecha en África) para su uso en la industria cosmética, están siendo particularmente afectadas.