La Comunidad Internacional se debe concentrar en reducir las pérdidas de comida en las granjas

ROMA – Recientemente, en un viaje a Burkina Faso conocí a muchas familias que vivían en zonas rurales, las cuales estaban luchando para recuperarse de los efectos de la sequía del año pasado. Los cultivos fueron destruidos, los ganados murieron y cientos de miles de personas padecieron hambre. Actualmente, estas familias están reconstruyendo sus vidas y aprendiendo a ser más resilientes para cuando ocurra la próxima inevitable sequía



Mientras que los pequeños agricultores de esta nación del África occidental se recuperan, uno de los mayores desafíos es que los alimentos se pierdan incluso antes de que los saquen de la granja. Los alimentos se pueden estropear, expirar o perder cuando están siendo cultivados, manejados, guardados y transportados. Para muchas familias rurales que ya viven al borde del hambre, las pérdidas de alimentos representan perdida de tierra, agua, fertilizadores e ingresos – una posibilidad que es devastadora para los más vulnerables.



Aun cuando la producción de los alimentos ha alcanzado niveles sin precedentes en los últimos años, un tercio de todos los alimentos producidos  para el consumo humano mundial se pierden o se desechan. Por lo tanto, estoy convencida que en este Día Mundial del Medio Ambiente, tenemos la oportunidad de concentrar la atención global buscar solucionar el   problema de la pérdida de alimentos, especialmente en los países en vías de desarrollo.



Afortunadamente, ya sabemos cuáles son los mecanismos que funcionan. Medidas sencillas y económicas como mejorar la infraestructura del almacenamiento y compartir las prácticas de buenas cosechas, reduciría la perdida de alimentos e incrementaría la disponibilidad de la comida en mercados locales y regionales.



A través de nuestro proyecto piloto “Compras para el Progreso” (P4P, en inglés), PMA y nuestros socios han entrenado a más de 193,000 personas de la población rural en 20 países sobre diversas técnicas como: embolsado de granos adecuado, control de calidad y utilización de los silos. P4P ayuda a los agricultores a reducir sus pérdidas, producir mejor comida y  desarrollar una cadena de suministros más eficiente, la cual podría ayudar a disminuir los precios de los alimentos. En Burkina Faso, me enorgullece decir que el PMA está comprando sorgo, legumbres y maíz a agricultores que participan en P4P, el cual usaremos en nuestras operaciones locales y regionales.



No podemos eliminar completamente las pérdidas de los alimentos; pero si la comunidad internacional trabaja en conjunto para ayudar a los agricultores a reducir sus pérdidas drásticamente, podríamos sacar a millones de personas de la pobreza y contribuir para obtener sociedades más fuertes y prosperas. Como parte de la comunidad global, nosotros podemos marcar una diferencia, y para asegurarnos de ayudar a las personas vulnerables, debemos creerlo. 





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PMA es la organización humanitaria más grande del mundo que ayuda a combatir el hambre mundialmente. Cada año, PMA alimenta a más de 90 millones de personas en 70 países.



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