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Gobierno, USAID, y PMA celebran los logros del proyecto PROGRESANDO EL SALVADOR

Gobierno, USAID, y PMA celebran los logros del proyecto PROGRESANDO EL SALVADOR
Apaneca, 26 de abril de 2016. La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Gobierno de El Salvador mediante el Consejo Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional (CONASAN) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) celebraron los logros de PROGRESANDO EL SALVADOR, un proyecto que trajo alivio a miles de familias salvadoreñas en pobreza extrema e inseguridad alimentaria que fueron duramente afectadas la crisis de la roya del café y la sequía.

En noviembre de 2013, un estudio del PMA sobre el impacto de la roya arrojó que unas 235,000 personas dependían del empleo en las fincas de café como principal fuente de ingresos. De ellas, unas 66,000 se encontraban en inseguridad alimentaria moderada debido a bajos ingresos y limitados medios de vida alternativos. Luego la sequía dejó, en el 2014, unas 150,000 personas en inseguridad alimentaria y otras 265,000 en inseguridad alimentaria marginal por no contar con reservas de maíz ni cultivos de postrera.

De 2014 a 2016, PROGRESANDO EL SALVADOR benefició a 55,220 participantes gracias a una inversión de US$3.7 millones provenientes de USAID en ocho departamentos y 23 municipios priorizados por criterios de afectación de fenómenos climáticos, nivel de pobreza y desnutrición. 

Los departamentos y municipios atendidos fueron: Ahuachapán (Ataco, Apaneca, Tacuba), Santa Ana (El Congo, Coatepeque, Chalchuapa), Sonsonate (Juayúa, Nahuizalco, Salcoatitán, Izalco), La Libertad (Santa Tecla, Comasagua), Cuscatlán (San Cristóbal, El Carmen), La Paz (Paraíso de Osorio, San Emigdio, San Francisco Chinameca), Chalatenango (La Laguna, Comapala, Concepción Quezaltepeque) y Morazán (Guatajiagua, Yamabal, Sensembra).

Entre los logros de PROGRESANDO EL SALVADOR está el uso de un bono, que consistió en la distribución mensual de una tarjeta con US$61.50 para la compra exclusiva de alimentos en un comercio de la localidad. Gracias al bono, los participantes pudieron seleccionar sus propios alimentos y diversificar su dieta, generó ahorros en el almacenaje, manejo y distribución de alimentos, y posibilitó incrementar el número de familias asistidas. 

El Gobierno de El Salvador ve un gran potencial de vincular la modalidad innovadora del bono a las transferencias en efectivo previstas por el programa de Protección Social Universal, lo que les permitiría hacer la protección social más sensible a la nutrición y aprovechar los programas de lucha contra la pobreza para incidir también en el estado nutricional de la población.

Los participantes también recibieron capacitaciones sobre economía familiar, uso correcto del bono, buenas prácticas de alimentación e higiene, conservación de suelo, creación de huertos familiares y comunitarios. Por medio de las capacitaciones se desarrollaron comunidades más resilientes, capaces de adaptarse a los efectos del cambio climático y otros fenómenos naturales. 

Adicionalmente, la excelente coordinación entre los diferentes socios permitió lograr un mayor impacto. El socio principal del proyecto fue el Gobierno de El Salvador, a través de CONASAN, quien colaboró con la focalización de participantes. El rol de los socios implementadores (FUSAL, Oxfam America, Plan Internacional y Save the Children), así como las Adescos, líderes  comunitarios y el involucramiento activo de los participantes fueron claves para el éxito del proyecto.

Finalmente, otro logro del proyecto fue el fortalecimiento de líderes comunitarios, lo que permitió una mejor cohesión y la sostenibilidad de la intervención. Por ejemplo, un grupo de mujeres en Salcoatitán conocidas como “Las Zompoperas” se organizaron para crear su propio huerto. Ellas se dedicaron al cultivo de repollo, ya que en la zona se consume mucha yuca y por lo tanto hay una oportunidad para vender repollo para el “curtido”. Esta iniciativa permitió generar ingresos para mejorar el cultivo y también un ingreso extra para las familias.

“Continuaremos uniendo esfuerzos con el Gobierno de El Salvador para trabajar temas de seguridad alimentaria, resiliencia y adaptación al cambio climático, con el fin de responder a las raíces estructurales de la pobreza y romper el círculo vicioso de que las poblaciones vulnerables  sean afectadas por la sequía cada año y necesiten asistencia alimentaria. Es mejor prevenir y preparar a las personas para que ellas puedan hacerle frente al cambio climático”, dijo Nils Grede, Representante del PMA en el país. 

La celebración de logros fue presidida por el Alcalde de Apaneca, Sr. Osmín Guzmán; el Director de la Oficina de Crecimiento Económico de USAID/El Salvador, Sr. Gregory Howell; la Directora Ejecutiva de CONASAN, Sra. Daysi de Márquez; el Representante del PMA, Nils Grede, y la Gerente de Programas de FUSAL, Sra. María José Domínguez. Asimismo, asistieron a la actividad representantes de los socios implementadores, actores locales y participantes del proyecto.                           

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El PMA es la mayor agencia humanitaria que lucha contra el hambre en el mundo, proporcionando asistencia alimentaria en emergencias y trabajando con las comunidades para mejorar la nutrición y aumentar la resiliencia. Cada año el PMA brinda asistencia a alrededor de 80 millones de personas en 80 países.

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Para más información, favor contactar (email: nombre.apellido@wfp.org):  
Haydée Paguaga PMA/El Salvador, Telf. +503 2507 1700, Mov. 503 7334-5239