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Director Ejecutivo visita comunidades de desplazados en Colombia

Las operaciones del PMA enfrentan un déficit de US$21 millones.

BOGOTA. (25 de agosto de 2006) –El Director Ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, James Morris, concluyó una visita de cuatro días a Colombia, en la cual reafirmó la voluntad del PMA de continuar explorando nuevas formas de colaboración con el Gobierno reelecto del Presidente de Colombia, Alvaro Uribe.

Luego de una reunión con el Presidente Uribe, Morris manifestó: "Me complace ser testigo de cómo el Gobierno y el PMA coordinan esfuerzos para garantizar que la vital asistencia alimentaria llegue las personas desplazadas".

"Pero hay un abanico de iniciativas que podemos llevar adelante para apoyar mucho más a la gente más pobre y más vulnerable de Colombia mientras que a la vez contribuimos a la paz y estabilidad del país".

Durante su visita, Morris visitó comunidades de familias desplazadas en Tangui (departamento del Chocó), ubicado a una hora de Quibdó navegando por el río. En esta pequeña comunidad, Morris conversó con familias desplazadas acerca de cómo las distintas formas de asistencia del PMA les están ayudando.

Los alimentos del PMA son cruciales para la buena salud y el bienestar de estas personas desplazadas, especialmente entre los niñosJames Morris, Director Ejecutivo PMA

"Los alimentos del PMA son cruciales para la buena salud y el bienestar de estas personas desplazadas, especialmente entre los niños", subrayó Morris. "Pero ahora queremos intentar usar nuestra asistencia alimentaria para crear más estabilidad y autonomía económica en sus vidas".

En Cartagena (departmento de Bolívar), Morris conversó con beneficiarios, representantes del Gobierno y funcionarios del PMA en los sitios de proyecto para conocer de primera mano los problemas que aquejan a los habitantes y conocer cómo el papel que juega el PMA es vital para mejorar las condiciones humanitarias de las comunidades de desplazados.

Durante la visita, su segundo viaje a este país Latinoamericano, Morris también se reunió con la Ministra de Relaciones Exteriores, María Consuelo Aráujo, el jefe de la Agencia Colombiana de Cooperación Internacional y Acción Social, Luis Alfonso Hoyos, jefes de las agencias de las Naciones Unidas en Colombia, así como representantes de la comunidad donante internacional en Colombia. Durante su reunión con los donantes, el Director Ejecutivo del PMA destacó la importancia del apoyo de la comunidad internacional y expresó su esperanza de que se mantenga su compromiso.

La respuesta de los donantes ha sido extremadamente útil para dar asistencia a más de 500,000 desplazados este año.James Morris, Director Ejecutivo PMA

"La respuesta de los donantes ha sido extremadamente útil para dar asistencia a más de 500,000 desplazados este año", dijo Morris, quien agregó que las "contribuciones han garantizado que el PMA pueda continuar brindando asistencia alimentaria a las poblaciones afectadas. Esperamos que este apoyo se mantenga en el futuro".

Hasta ahora la operación del PMA en Colombia ha recibido contribuciones de los Estados Unidos (US$8 millones), Holanda (US$3.1 millones), Suiza (US$1.3 millones), Alemania (US$1.25 millones), la Comisión Europea (US$800,000), Japón (US$520,000), Canadá (US$440,000), Colombia (US$250,000) y España (US$180,000), así como donaciones multilaterales (US$2.2 millones).

A pesar de estas generosas donaciones, las operaciones del PMA enfrentan un déficit de US$21 millones o sea que falta el 51 por ciento del total de fondos requeridos para completar la operación.

La operación del PMA en Colombia es desarrollada conjuntamente con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la agencia Acción Social (que es una dependencia de la Presidencia de la República), las cuales tienen a su cargo la asistencia a los desplazados. Ambas instituciones trabajan estrechamente con el PMA en la focalización y monitoreo de las actividades de alimentación en el campo.

Colombia tiene una de las poblaciones de desplazados más grandes del mundo. Más del 50 por ciento de los desplazados son mujeres y niños, quienes son especialmente vulnerables cuando son forzados a vivir bajo condiciones difíciles.