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Declaración de la Directora Ejecutiva sobre el papel de los alimentos en los conflictos civiles en el Medio Oriente

Los acontecimientos en el Medio Oriente durante las últimas semanas han servido de advertencia para todos nosotros sobre el importante papel que juega la seguridad alimentaria a la hora de calmar la ira pública y reforzar la estabilidad.

En toda la región, hemos visto como la conjunción de diferentes factores han alimentado las protestas civiles que comparten una cosa en común: la creciente ansiedad de la población por el encarecimiento del precio de los alimentos y la preocupación sobre cómo accederán a ellos.



En muchas de las protestas, los manifestantes levantan panes o despliegan pancartas expresando su enojo por el incremento del costo de alimentos tan básicos como las lentejas. Los alimentos son necesarios para la vida, y si la gente comienza a sentir que un aumento pone los alimentos fuera de su alcance, su creciente ansiedad se sumará al sentimiento general de exclusión, resentimiento y desesperación.



Las protestas y los disturbios en el Medio Oriente coinciden con un nuevo período mundial de aumento en los precios de los alimentos. En enero, el Índice de Precios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alcanzó un nuevo máximo histórico, en donde hubo un aumento por séptimo mes consecutivo, superando el pico alcanzado durante la crisis alimentaria de 2007-2008.



Este incremento se suma a la presión ya existente sobre los sistemas que están cuidadosamente ajustados para traer suficiente comida a los países para alimentar a las poblaciones con hambre, y de proporcionar subsidios que garanticen la venta a precios que sean accesibles a los pobres y los más vulnerables.



Estamos entrando en una era de volatilidad e interrupciones en los suministros de alimentos. Esto es un asunto muy grave para el mundo. Creemos que estamos en una época en la que debemos tomarnos seriamente el tema del suministro de alimentos.



Nos anima saber que estos temas serán parte de la agenda de las reuniones del G-20 durante este año, además de cómo manejar posibles reacciones (como la prohibición de exportaciones, lo cual no debe impactar la labor humanitaria) y la importancia de establecer reservas de alimentos cerca de zonas con potencial riesgo de inseguridad alimentaria.



Cuando se trata de la alimentación, la línea que separa la estabilidad y el caos es peligrosamente delgada. Todavía es demasiado pronto para cuantificar el papel que el aumento de precios en los alimentos está jugando en la actual ola de descontento, pero sí sabemos que durante la crisis del precios de los alimentos en el 2008, los altos precios fueron un factor detrás de los disturbios y protestas contra los gobiernos. La volatilidad de los mercados crea rápidamente volatilidad en las calles, y por esa razón todos debemos mantenernos vigilantes.