Agencias de la ONU solicitan más apoyo para Yemen
Durante el último día de su visita conjunta, al conversar ambas oficiales de la ONU reconocieron los acontecimientos políticos positivos en el país en términos de desarrollo, los cuales han sido dirigidos por los líderes del país y apoyados por el Consejo de Cooperación del Golfo. Sin embargo, también reconocieron que la situación humanitaria en Yemen aún sigue siendo crítica.
“Yemen es un país que ha sido carcomido por la pobreza crónica y el subdesarrollo, millones de yemenís están luchando para sobrellevar sus problemas”, dijo la Coordinadora de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Valerie Amos. “Las personas necesitan alimentos, agua, educación y atención de salud, pero también quieren saber que habrá inversiones que asegurarán su futuro. Necesitamos urgentemente más fondos para ayudar a los necesitados”.
Más de 10 millones de personas en Yemen – cerca de la mitad de la población del país – o tienen hambre o están al borde del hambre, con altos niveles de inseguridad alimentaria. Los niveles de desnutrición infantil son unos de los más altos del mundo, con casi la mitad de los niños menores de cinco años – cerca de dos millones de niños – padeciendo retardo en talla. Este año, PMA tiene como objetivo proveer asistencia alimentaria a casi cinco millones de personas en 16 gobernaciones y reforzar la resiliencia de las comunidades.
“PMA está proporcionando asistencia alimentaria la cual está salvando a casi 5 millones de yemenís, rompiendo así el ciclo intergeneracional del hambre”, dijo Ertharin Cousin, Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos. “Continuaremos proporcionando asistencia alimentaria y mejorando la seguridad alimentaria y la nutrición, pero al mismo tiempo también ayudaremos a reforzar la resiliencia de las comunidades. Estamos trabajando para asegurarnos que las propias familias sean capases de hacerse cargo de sus necesidades alimentarias brindando alimentos por trabajo, alimentos por capacitación y otras actividades que generen ingresos. También contamos con el apoyo de nuestros donantes y la estrecha asociación que tenemos con el Gobierno de Yemen para ayudar a que las comunidades se liberen del ciclo del hambre”.
Ambas funcionarias de la ONU se reunieron con altos funcionarios del Gobierno, incluyendo al Presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, el Primer Ministro Mohammed Salem Basindwa y el Ministro de Relaciones Exteriores, Abu Baker Al-Qerbi, para discutir acerca de las necesidades humanitarias y los desafíos a los que se está enfrentando el país. También conocieron a mujeres líderes, socios humanitarios y representantes de la comunidad donante y visitaron organizaciones no gubernamentales.
El 12 de septiembre, Amos y Cousin viajaron a Hudeidah, donde pudieron constatar directamente los esfuerzos para combatir la desnutrición e inseguridad alimentaria. Visitaron clínicas de salud y nutrición, las cuales son apoyadas por el PMA y UNICEF, una operación de distribución de alimentos del PMA y vieron la descarga del suministro de alimentos en el Puerto de Hudeidah. También visitaron el campamento de Al Mazraq en Harad, donde las personas que se encuentran desplazadas por la violencia en Sa’ada aún viven y visitaron el centro donde los migrantes abandonados del Cuerno de África reciben asistencia de la Organización Internacional para las Migraciones.
Yemen está enfrentando múltiples crisis humanitarias. De los 24 millones que componen la población del país, más de la mitad necesita algún tipo de asistencia humanitaria. Más de la mitad de la población no tiene acceso a agua limpia y un saneamiento adecuado y un millón de niños sufren de desnutrición aguda. En el sur muchos repatriados en Abyan no pueden cultivar ya que la tierra está sembrada con minas, mientras que en el norte 300,000 yemenís aún están desplazados. También hay 238,000 solicitantes de refugio, migrantes abandonados y repatriados de Arabia Saudita. Los niños continúan siendo reclutados y utilizados por los grupos armados, mientras que las mujeres y niñas son más vulnerables a ser víctimas de la violencia por motivos de género.