Historia | 24 Enero 2020
En la ciudad de La Paz, basta con cerrar los ojos y tomar una bocanada de aire para reconocer que el 24 de enero ha llegado. El aroma es dulce, por los amuletos, minerales y maderas especiales que los brujos indígenas, los yatiris, queman al bendecir los deseos de casi un millón de habitantes.