Noticias | 06 Marzo 2012
Este acuerdo beneficiará a refugiadas como Flor, quien vino de Colombia a Esmeraldas por causa de la violencia. Sus hijos y un sobrino viven con ella. Tiene 52 años y le es difícil conseguir trabajo. La nostalgia de su vida anterior llena sus ojos de lágrimas. “Allá yo tenía trabajo, tenía casa propia, tenía marido. Aquí estoy así como me ven.” Flor recibe raciones de alimentos del.