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Declaración de WFP sobre las operaciones de asistencia en Gaza

Durante la noche, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas despachó 59 camiones con ayuda alimentaria vital destinada al norte de Gaza. El convoy de ayuda, que transportaba 930 toneladas métricas de harina de trigo, fue detenido en el camino y descargado por civiles hambrientos con necesidad crítica de alimentos para alimentar a sus familias. Las respuestas comunitarias de alivio, gratitud y peticiones urgentes de más camiones refuerzan la desesperación de la situación.

Un segundo convoy de ayuda, con 21 camiones de ayuda alimentaria destinados al sur de Gaza, se retrasó y esperó más de 36 horas a recibir autorización para circular.

Desde la limitada reanudación de la ayuda humanitaria en Gaza el 19 de mayo, el PMA sólo ha podido introducir pequeñas cantidades de alimentos y ayuda para salvar vidas. Esto se debe en gran medida a los retrasos o a la denegación de permisos para los movimientos humanitarios debido a la ampliación de las operaciones militares.

Hasta el 10 de junio, casi tres semanas después de que se permitiera la entrada de suministros limitados en Gaza, el PMA había transportado más de 700 camiones de ayuda al paso fronterizo de Kerem Shalom. Esta cifra contrasta con los 600-700 camiones de ayuda transportados al día durante el alto el fuego a principios de este año. Los camiones transportaban más de 11.000 toneladas métricas de alimentos, pero sólo han entrado en Gaza 6.000 toneladas métricas, suficientes para mantener a menos de 300.000 personas durante un mes con unas necesidades alimentarias diarias mínimas. Esto es una pequeña fracción de lo que se necesita para una población de 2,1 millones de personas y demasiado poco para satisfacer las necesidades abrumadoras.

Para evitar la hambruna, estabilizar los mercados y calmar la desesperación, necesitamos apoyar a toda la población con alimentos básicos todos los meses.

Tras casi 80 días de bloqueo total de la ayuda, y un goteo de asistencia desde la reapertura, el temor a morir de hambre dentro de Gaza sigue siendo elevado.

Para los camiones y conductores dentro de Gaza, la inseguridad y el colapso de la ley y el orden también son motivo de preocupación. Algunos camiones han sido saqueados por bandas armadas, hiriendo a los conductores y dañando los camiones.

WFP sigue reclamando mejores condiciones operativas para que los alimentos puedan llegar a las familias de forma coherente, justa y segura, dondequiera que se encuentren en la Franja de Gaza. Esto significa rutas para convoyes más seguras y fiables, aprobaciones de permisos más rápidas y más pasos fronterizos abiertos al uso.

Esta es la única manera de tranquilizar a la población y hacer retroceder la hambruna.

WFP tiene más de 140.000 toneladas métricas de alimentos -suficientes para alimentar a toda la población de 2,2 millones de gazatíes durante dos meses- dentro y de camino a la región.

La ayuda alimentaria llevada a Gaza durante el alto el fuego contribuyó a hacer retroceder la ola de hambre. Podemos volver a hacerlo.

Se necesita urgentemente otro alto el fuego y es la única manera de hacer llegar a toda la población de Gaza, de forma segura, ayuda que puede salvar vidas.