De la naturaleza a la mesa: WFP llama a reducir la huella ambiental para comer mejor
CALI –En la cumbre de biodiversidad (COP16) que concluyó ayer en Cali, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP por sus siglas en inglés) ha recordado que la pérdida de la biodiversidad en América Latina y el Caribe tiene un impacto negativo sobre la alimentación en todo el mundo y promovido las compras locales y los productos de temporada.
A pesar de que la región alberga casi la mitad de la biodiversidad global y es una potencia agrícola y pesquera, sus habitantes son quienes más pagan por una dieta saludable en el mundo entero. Con un costo de 4,56 dólares por persona al día, 180 millones de latinoamericanos y caribeños no pueden permitirse una dieta saludable. Además, la doble carga de la desnutrición y el sobrepeso provoca que los países pierdan anualmente hasta el 16,3% del producto interior bruto.
La transformación de los sistemas alimentarios en América Latina y el Caribe pasa por las compras locales y cadenas de valor de proximidad, cuya base es la protección del medio ambiente. Cuando los alimentos se consumen cerca de su lugar de origen, se multiplican las oportunidades económicas para las comunidades y se salvaguardan los patrimonios alimentarios. En Guatemala y Honduras, cada millón de dólares de compra de productos locales genera ganancias adicionales de 1.865 dólares por persona al año para cerca de 400 pequeños agricultores, el equivalente a 2,4 veces la línea de la pobreza.
WFP defiende el rol vital de la biodiversidad para la seguridad alimentaria y aprovecha su valor económico, apoyando programas de protección social que utilizan cadenas cortas de suministro de alimentos. Así, tres millones de estudiantes reciben todos los días comidas escolares preparadas con ingredientes frescos y nutritivos, que además son producidos localmente.
“Cada vez más, los gobiernos de la región compran localmente los alimentos para sus programas de protección social, incluidos los de alimentación escolar. Esto incentiva prácticas agrícolas sostenibles y reduce las emisiones de carbono relacionadas con el transporte, transformación y el envasado”, explica Lola Castro, Directora para América Latina y el Caribe del programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas. “Por la envergadura de estos programas, el abastecimiento de cercanía tiene un impacto muy positivo a nivel económico, medioambiental y alimentario”.
Además, WFP contribuye a preservar el conocimiento ancestral y las soluciones basadas en la naturaleza de los pueblos indígenas de la región. En la frontera entre Colombia y Ecuador, WFP ha trabajado junto a comunidades afrodescendientes e indígenas Awá para restaurar 14,800 hectáreas de bosques y 4,700 hectáreas de manglares, que son pilares de los sistemas alimentarios locales. Mientras tanto en Bolivia, la capacidad tradicional de leer el comportamiento del clima —o bioindicadores— se ha integrado en el sistema nacional de alerta temprana.
WFP también apoya la preservación del abundante patrimonio agrícola de los pueblos indígenas. El rescate de semillas y plantas tradicionales contribuye a salvaguardar la biodiversidad de los cultivos nativos y a revivir las prácticas agrícolas locales.
Los desastres naturales amenazan la biodiversidad y los medios de vida
En los últimos meses, los incendios han consumido millones de hectáreas en países de la cuenca del Amazonas. Sólo en Bolivia, cerca de 10,000 millones de hectáreas se han quemado (un territorio del tamaño de Corea del Sur), afectando a más de 185,000 personas. También a medida que La Niña reemplaza a El Niño, las inundaciones y deslizamientos de tierra golpean áreas del Corredor Seco centroamericano afectadas por la sequía en años anteriores. Esto afecta a las comunidades locales, que pierden los lugares donde siempre han cultivado, cazado y recolectado para alimentarse.
WFP apoya a los gobiernos de estos países en la respuesta ante desastres, brindando asistencia alimentaria a quienes enfrentan la destrucción de su entorno y medios de subsistencia. Actualmente, 70,000 personas afectadas por incendios e inundaciones reciben apoyo.
Un enfoque en la Amazonía
Para promover la cooperación en la región amazónica, WFP y la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) han establecido una hoja de ruta para colaborar en soberanía, seguridad alimentaria, nutrición, sistemas de información y gestión de riesgos de desastres en áreas urbanas. Bajo este marco se ha firmado una Carta de Intención al inicio de esta semana.
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El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas es la organización humanitaria más grande del mundo, que salva vidas en emergencias y da asistencia alimentaria para construir un camino hacia la paz, la estabilidad y la prosperidad de poblaciones que se están recuperando de conflictos y desastres y del impacto del cambio climático.