Publicaciones | 03 Septiembre 2010
Pruebas científicas demuestran que la desnutrición crónica en los primeros dos años de vida ocasiona un daño irreversible, lo que implica que esos niños tal vez nunca lleguen a desarrollar plenamente su potencial mental y físico. Al maximizar el impacto nutricional de los programas alimentarios, el PMA tiene una oportunidad excepcional para contribuir a sostener a la generación venidera.