La fusión de sabor salvadoreño y el desarrollo
La gastronomía juega un rol transformador, impulsa las costumbres locales y promueve el desarrollo sostenible. El Salvador es un país con una cultura de hombres y mujeres del maíz, ingrediente sagrado para sus antepasados y que hoy es la base de su gastronomía. Muestra de ello es que este alimento es el ingrediente principal de la cocina típica en tierras salvadoreñas. Conozcamos éste y otros ingredientes de la comida salvadoreña.
La pupusa
La pupusa, cuyo ingrediente principal es el maíz, es el plato salvadoreño más famoso y consiste en una tortilla rellena con diferentes ingredientes tales como queso, frijoles, chicharrón, loroco y la mezcla de ellos.
Es una tradición familiar de los salvadoreños comer pupusas los domingos. A este platillo tan afamado se le ha dedicado un día en el año y hasta tiene su propia canción.
Las tortillas
Por otro lado, las tortillas de maíz de colores naturales complementan un buen plato de comida salvadoreña, son ricas en vitaminas y minerales, poseen alto contenido de fibra y son una forma atractiva de introducir vegetales en la dieta.
El loroco
Otro ingrediente nativo de El Salvador es el loroco, una flor cuyo nombre viene del náhuatl y significa hierba comestible. Es amado por los salvadoreños y es fácil encontrarlo cultivado en los huertos caseros. El loroco, además de agregar a las comidas un sabor muy peculiar, aporta un alto valor nutritivo. Es utilizado frecuentemente en la preparación de las pupusas, sopas, salsas, pestos, entre otros.
El alhuaste
Otro de los ingredientes típicos salvadoreños es el alhuaste, una especia en polvo usada comúnmente en la comida salvadoreña que consiste en semillas trituradas de calabaza de secado natural y molida. El alhuaste se usa para aderezar diferentes frutas, el atol shuco y platillos como el pescado, punches y los tradicionales huevos en alhuaste.
WFP Gastromotiva y la comida salvadoreña
El programa WFP Gastromotiva en El Salvador tiene como objetivo proveer oportunidades a los jóvenes en condición vulnerable a través de la gastronomía. La formación profesional en cocina les permite obtener empleos, generar ingresos, mejorar su calidad de vida y comer saludablemente.
Las tres generaciones de jóvenes que han sido parte de WFP Gastromotiva son una muestra del poder transformador de la gastronomía sostenible que evita el desperdicio de alimentos, promueve la inclusión social y prepara deliciosos platillos usando ingredientes nativos de El Salvador, entre ellos: el maíz, loroco, semillas de pepitoria (alhuaste), achiote, ayote, mango y maracuyá, entre otros.
WFP Gastromotiva continuará formando jóvenes salvadoreños que utilizarán la gastronomía sostenible para transformar sus vidas, las de sus comunidades y de El Salvador, y de esta forma avanzar en la meta de alcanzar el Hambre Cero para el 2030.