5 datos de la alimentación escolar en Bolivia
1. La alimentación escolar es un incentivo para ir al colegio
En Bolivia, la alimentación escolar complementaria ha incrementado de manera significativa la tasa de asistencia mientras que, por otro lado, ha logrado disminuir la tasa de abandono en las unidades educativas. Según un estudio de caso del Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas, la asistencia en el área rural del país ha mejorado en un 9,95%, mientras que en la urbana en un 7,90%. La tasa de abandono ha disminuido en un 3,03% en el área urbana y 2,37% en el área rural.
2. Promete un mejor futuro para los niños y niñas
La alimentación escolar puede incrementar los ingresos futuros de los estudiantes en un 7% por cada año extra que asisten a la escuela. La asistencia al colegio puede reducir la prevalencia a corto plazo de embarazos en adolescentes y permite a los niños crecer en ambientes seguros. Además, al exponerlos a comidas escolares nutritivas mejoran su nivel nutricional y su estado de salud en general.
3. Ofrecer alimentación escolar en las escuelas genera retornos económicos sustanciales a futuros
La alimentación escolar puede generar un impacto profundo en las comunidades: por cada dólar invertido en el programa de alimentación escolar, se puede generar un retorno económico de 4,71 dólares en áreas urbanas y de 5,20 dólares en áreas rurales. Esto debido a que al proporcionar comidas escolares los niños incrementan su escolaridad, reciben nutrientes para crecer sanos y fuertes y a futuro pueden generar grandes contribuciones en sus comunidades. Y si la alimentación escolar se vincula con pequeños productores locales el impacto es aún mayor.
4. Cuando la alimentación escolar se cocina con productos locales todos crecemos
Puede parecer convencional la idea de acudir por alimentos a las fábricas más grandes del país. Sin embargo, hoy en algunos municipios se buscan alternativas diferentes. Gracias al apoyo del WFP, los pequeños productores pueden ofrecer sus productos en el mercado de la alimentación escolar. Esta vinculación incentiva la economía local y permite a los niños consumir productos a los que están acostumbrados como la quinoa, el amaranto, el maíz.
5. Quizá no sea una sorpresa, pero es el momento favorito del día de muchos niños
Según niños y niñas de las áreas rurales en Bolivia, el momento que más disfrutan del día es el del desayuno o almuerzo escolar. Si bien la alimentación escolar establecida por ley debe ser complementaria a la alimentación que los niños reciben en sus casas, estas comidas pueden ser los alimentos más sustanciales que llegan a recibir durante el día. En muchos casos es el único alimento que ellos reciben.
Si quieres saber más sobre los beneficios de la alimentación escolar en Bolivia te invitamos a leer el documento Análisis costo-beneficio del Programa Mundial de Alimentos (Estudio de caso en 15 municipios).
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (WFP) es la organización humanitaria más grande del mundo en la lucha contra el hambre y la malnutrición. Proporciona asistencia alimentaria en emergencias y trabaja con las comunidades para mejorar la nutrición y aumentar la resiliencia. Cada año, el WFP brinda asistencia a unos 80 millones de personas en 80 países.
El WFP trabaja hace más de 50 años en Bolivia implementando operaciones en todo el país con el objetivo de fortalecer las capacidades locales y nacionales para romper el ciclo intergeneracional del hambre. Actualmente apoya al gobierno boliviano en pro de la seguridad y soberanía alimentaria en el marco del cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero y del Pilar 8: Soberanía Alimentaria de la Agenda Patriótica y del Plan de Desarrollo Económico y Social.
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Producido por: José Velásco y Morelia Eróstegui en base al documento Análisis costo beneficio de la alimentación escolar (estudio de caso en 15 municipios).