Skip to main content
ODS2: Hambre Cero

En un mundo de abundancia, el hambre debería ser cosa del pasado

Leer más sobre el hambre

En un mundo de abundancia, donde se producen suficientes alimentos para alimentar a todo el planeta, el hambre debería ser cosa del pasado. Sin embargo, los conflictos, el cambio climático, los desastres, la desigualdad y, más recientemente, la pandemia de la COVID-19 significan que una de cada diez personas en todo el mundo todavía se acuesta con hambre.

Impulsado por la pasión, la dedicación y el profesionalismo de más de 23.000 funcionarios en todo el mundo, el Programa Mundial de Alimentos (WFP, por sus siglas en inglés) tiene presencia en más de 120 países y territorios. Llevamos alimentos que salvan vidas a las personas desplazadas por los conflictos y empobrecidas por los desastres, y para ayudar a las personas y las comunidades a encontrar soluciones que les cambiarán la vida frente a los desafíos que se les presentan mientras crean un mejor futuro.

Trabajamos para mejorar la nutrición de mujeres y niños, ayudar a los pequeños agricultores a mejorar la productividad y reducir las pérdidas, ayudar a los países y las comunidades a prepararse y hacer frente a las crisis climáticas, e impulsar el capital humano a través de programas de alimentación escolar.

En situaciones de conflicto, brindamos alivio a las poblaciones exhaustas y utilizamos la asistencia alimentaria para construir caminos hacia la paz y la estabilidad, trabajo por el cual el WFP recibió el Premio Nobel de la Paz en 2020.