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América Latina y el Caribe avanza en la lucha contra el hambre, pero queda mucho por hacer

CIUDAD DE PANAMÁ – América Latina y el Caribe ha logrado avances significativos en la lucha contra el hambre y la desnutrición al reducir el número de personas con hambre en 16 millones en más de una década, pero todavía queda mucho trabajo por hacer, dijo la Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA), Ertharin Cousin.

“Realmente creemos que América Latina y el Caribe tiene la oportunidad de convertirse pronto en una región sin hambre”, dijo Cousin. “Iniciativas como Hambre Cero en Brasil y la recientemente lanzada Cruzada Nacional contra el Hambre en México pueden liderar el camino”, dijo Cousin durante una visita de dos días a Panamá.



Sin embargo, y a pesar de los avances, casi 7 millones de niños en edad preescolar están crónicamente desnutridos, un problema que se concentra en las comunidades indígenas y afro-descendientes.



“El PMA cree que el hambre tiene solución”, dijo Cousin. “Este año, el PMA tiene planeado asistir directamente a más de 8 millones de personas en la región, la mayoría de ellos afectados por el subdesarrollo, las profundas desigualdades y los desastres naturales recurrentes, pero además creemos que es fundamental continuar ayudando a los gobiernos a desarrollar y mejorar planes sostenibles para combatir el hambre”, agregó.



En América Latina y el Caribe, el PMA apoya esfuerzos nacionales para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional y reducir el impacto en las poblaciones vulnerables de las crisis emergentes, desastres naturales y el cambio climático.



En Haití, por ejemplo, el PMA trabaja en coordinación con el Gobierno para ayudar a alrededor de 1,5 millones de personas durante el año 2013, la mayoría de los cuales fueron severamente afectados por una serie de desastres naturales en 2012.



Al mismo tiempo, el PMA ayuda a los gobiernos a fortalecer sus capacidades para integrar la seguridad alimentaria y nutricional en sus estrategias nacionales, en la implementación de programas de alimentación escolar de alta calidad (que sirven como una red de protección social vital en tiempos de crisis), la preparación y respuesta a emergencias, reducción del riesgo a desastres y la adaptación al cambio climático, y el uso del poder adquisitivo del PMA para ayudar a los pequeños agricultores.



Por ejemplo, en América Central, el PMA y otros socios están implementando el programa Compras para el Progreso (P4P), que está beneficiando a más de 33,000 pequeños agricultores de los cuales 30% son mujeres. El objetivo del proyecto es utilizar el poder adquisitivo del PMA para vincular los pequeños agricultores a los mercados locales.



Cousin dijo que el fortalecimiento de las redes de seguridad social con nuevas intervenciones, como las transferencias de efectivo y cupones por alimentos, también podría ayudar a los más vulnerables. "La protección social puede mejorar la nutrición de niños pequeños, una inversión que dará sus frutos en el futuro con adultos más educados, fuertes y  saludables. Mediante una protección social eficaz, que complemente el crecimiento económico integral, se puede eliminar el hambre y la desnutrición", dijo.



Durante su breve visita a Panamá, Cousin se reunió con funcionarios de alto nivel en el Ministerio de Relaciones Exteriores, participó en el debate estratégico de la Reunión Anual Regional del PMA, se reunió con el equipo de las Naciones Unidas, y visitó el Depósito de Respuesta Humanitaria de las Naciones Unidas (UNHRD).