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Brindarles alimentos a los más necesitados es la piedra angular del trabajo del Programa Mundial de Alimentos (WFP), nuestra histórica razón de ser. Aunque hemos modificado nuestro enfoque en la última década (de ayuda alimentaria a asistencia alimentaria en la forma de transferencias monetarias), la provisión de alimentos en especie sigue siendo una parte fundamental de nuestro trabajo, y es frecuentemente la mejor solución en situaciones delicadas o de crisis.

Luego de un desastre natural, en temporadas de escasez o en situaciones de conflicto o de desplazamiento, cuando las personas no tienen acceso a sus fuentes convencionales de alimentos y no pueden obtener suficiente comida como para suplir sus necesidades, la asistencia con alimentos en especie del WFP apunta a llenar ese vacío.

Esto involucra la distribución de una selección de alimentos elegidos para evitar la malnutrición y suplir las necesidades de energía de aquellos a quienes servimos. Se puede proveer comida a todas las personas dentro de una zona geográfica, en un campamento o a individuos o a grupos específicos que se consideren como particularmente vulnerables (distribución focalizada).

La asistencia con alimentos en especie puede darse a corto plazo y tiene una estrategia de reducción gradual que permite que se discontinúe tan pronto como las comunidades restablezcan su autosuficiencia o puedan conseguir ayuda mediante otras intervenciones.